La comprensión de la revuelta de Los Ángeles en 1992 ayuda a explicar la realidad estadounidense en el marco de la Gran Recesión y la creciente pobreza entre las personas de todo color. El gobierno y los principales medios de comunicación insistieron en que este “fue un disturbio racial”, el cual fue “desencadenado por unos cuantos policías rufianes que maltrataron a los negros de las zonas de bajos ingresos”. Además, Bill Clinton ganó la presidencia ese mismo año y prometió más puestos de empleo, más agentes policiales y más derechos civiles. Pero después de las administraciones de cuatro presidentes de ambos partidos mayoritarios, la única promesa cumplida ha sido la de más miembros de las fuerzas policiales. Un capitalismo global de alta tecnología remplazó la economía industrial de los Estados Unidos con la robótica y con un nivel más bajo de vida; en vez de que los afroamericanos más pobres comenzaran a vivir como los blancos de clase media, ha sucedido todo lo contrario.
Las personas saben que actualmente se ha vivido una “guerra de clases” de los ricos durante los últimos 20 años y el multimillonario Warren Buffett hasta ha bromeado públicamente al respecto. Por consiguiente, la rebelión de Los Ángeles en 1992 no fue un “disturbio racial”, sino que se comprende mejor como la primera etapa de la revolución social estadounidense, como respuesta a la revolución económica electrónica. El movimiento denominado “Ocupar Wall Street” y su eslogan “Somos el 99 por ciento” muestra que este proceso continúa desarrollándose como algo que inició hace varias décadas, el cual se ha ampliado y profundizado. Pero también lo ha hecho la militarización de la policía local bajo el Departamento de Seguridad Nacional. Se han entablado acciones judiciales en contra de algunos agentes policiales abusivos, pero esto es algo táctico y temporal, mientras que son inevitables los intentos por reprimir el creciente movimiento, a medida que la lucha en contra del capitalismo continúa creciendo.

Déjenlos que cometan sus peores acciones. La rebelión de Los Ángeles representó el día que marcó 20 años. Los revolucionarios deben esforzarse por unir a los más oprimidos y explotados con base en las actividades, sin importar su color o su nacionalidad. Se deben asumir y desarrollar a toda costa los aspectos en común de los intereses de clase.

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Informe político del Comité Permanente de la Liga de Revolucionarios por una Nueva América, marzo del 2012.

Marzo.2012.Vol22.Ed2
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El vigésimo aniversario de la rebelión de Los Ángeles