c“Decenas de miles de personas socialmente conscientes son revolucionarias, en oposición a las condiciones sociales y económicas que han venido decayendo. La misión de la Liga es unir a estos revolucionarios dispersos en base a las demandas de la nueva clase, para educarlos y persuadirlos para que participen en la resolución cooperativa y comunista del problema".

– Programa de la Liga de Revolucionarios para
una Nueva América, 2007

La misión de la Liga de Revolucionarios para una Nueva América se encuentra en el seno del nuevo programa de la Liga que se aprobó durante su sexta Convención en abril del 2007. Existen varias misiones en cualquier batalla, pero sólo hay una gran misión, la cual enuncia el propósito general de la organización y describe lo que usted hace. Sin una misión, no puede haber unidad de acción ni se logra la consecución de nuestro objetivo principal. Este objetivo es cambiar la economía de los Estados Unidos, la cual se basa en un sistema de propiedad privada, para pasar a uno que se base en la propiedad pública.

Determinación de la misión de la Liga

¿De qué forma decidió la Liga su propia misión? Nuestro punto de partida fue una evaluación del mundo real. Actualmente, los cambios en la forma en que la sociedad produce las necesidades de la vida humana están destruyendo la vieja economía industrial y están creando las condiciones materiales para una nueva sociedad comunista. La formación de esta sociedad es posible finalmente debido a que, por primera vez en la historia, un movimiento práctico y objetivo está surgiendo para el comunismo. Los medios de producción cualitativamente nuevos y electrónicos están eliminando la mano de obra humana y creando una nueva clase social de gente desposeidos que no encontrarán empleo bajo el sistema capitalista. Esta gente está requiriendo alimentos, viviendas y atención médica sin el dinero necesario para obtenerlos. Sus demandas no pueden satisfacerse bajo el capitalismo. Una vez que esta nueva clase tome conciencia, tendrá el poder para derrumbar el viejo orden y crear una nueva sociedad a su propia imagen y semejanza.

Los comunistas siempre han encabezado movimientos militantes con propósitos reformistas pero, a la fecha, el movimiento comunista solamente ha sido ideológico o subjetivo. Mientras la producción industrial todavía estaba en desarrollo, las reformas eran posibles. Sin embargo, actualmente, la producción industrial está llegando a su fin debido a la producción mediante la utilización de robots y tecnología electrónica. No obstante, las reformas por las que la gente está luchando hoy —ya sea para tener acceso a los servicios de salud o la vivienda, para lograr la igualdad de la mujer o para ponerle fin al racismo— serán un producto derivado de la revolución. Sólo a través de una revolución que tiene como objetivo el fin de un sistema basado en la propiedad privada, a favor de una de tipo comunitario, se podrán lograr esas reformas.

Línea de marcha y misión de la Liga

La misión no es una buena idea que alguien tuvo. La misión surge de un análisis de la situación que enfrentamos, conjuntamente con una comprensión sobre hacia dónde se dirige el proceso revolucionario. El movimiento comunista representa la marcha de la vasta mayoría por los intereses de la mayoría. La línea de marcha de la revolución va desde las dispersas luchas económicas hacia una de índole política de esa clase por el poder. El objetivo de gran alcance es el establecimiento de un partido comunista de la clase a medida que va alcanzando esta etapa de desarrollo. Este partido dirigiría la lucha consciente e inclaudicable de la clase para la obtención del poder político.

Las condiciones objetivas están madurando para hacer posible la revolución. El capitalismo está llegando a su fin y la nueva fuerza social que está formándose tiene el potencial de conducir a la sociedad hacia una visión de un mundo cooperativo. El riesgo, sin embargo, es que las masas van a luchar contra la clase dirigente más poderosa que jamás haya existido en la historia sin tener conciencia de sus propios intereses de clase. Los gobernantes están adaptando la forma actual del Estado. Se están movilizando para aplastar cualquier amenaza contra la propiedad privada. Es urgente que los revolucionarios también adapten sus actividades a esta nueva realidad. Nuestra estrategia es el desarrollo de la conciencia de la clase. Ésta debe llegar a comprender que sus objetivos sólo pueden afianzarse si logra el poder político como clase.

Con esta perspectiva de amplio alcance en mente, podemos observar que el primer paso es reunir a los revolucionarios que puedan desempeñar un papel esencial en ese proceso. Actualmente, es posible unir al movimiento práctico para el comunismo con el movimiento consciente para el comunismo. Unidos, los mismos pueden crear una fuerza poderosa e incontenible para la creación de una nueva sociedad. Para lograrlo, los revolucionarios necesitan contar con un entendimiento científico sobre la revolución. Estamos intentando educar y reunir a un amplio núcleo de revolucionarios que puedan desempeñar un papel en garantizar que este partido, cuando se forme, se convertirá en lo que necesita ser, y que permanecerá bien enrumbado. La consecución de nuestra misión representará la finalización de una etapa cuantitativa fundamental de la revolución.

Tácticas para lograr nuestra misión

Reconocemos que estamos trabajando dentro de una situación contradictoria para lograr nuestra misión. Lo que tenemos a favor nuestro es que los cambios en la economía están formando a decenas de miles de revolucionarios que se están uniendo contra la propiedad privada y el Estado, y que están reconociendo que el sistema capitalista debe cambiar. Por otra parte, durante un largo período de la historia, la clase gobernante ha hecho que el pueblo de los Estados Unidos considere que el comunismo es un sistema político en vez de uno de índole económica y, por lo tanto, que no es una solución viable. Los revolucionarios a quienes estamos intentando acercarnos no tienen un conocimiento científico de la revolución y ello complica el problema. Nuestra misión se encamina a salvar esta brecha.

La Liga ya ha empezado a crecer en lugares donde las condiciones objetivas están creando cierta conciencia social sobre quién es el enemigo y donde los miembros de la Liga están luchando para implementar nuestra misión. A medida que vamos haciendo ésto van surgiendo ciertas lecciones aprendidas.
La primera lección es que los camaradas deben tener una misión trazada antes de ingresar al frente de batalla. Una vez que entramos a la lucha, aceptamos el movimiento tal como es, uniendo esta lucha a la de la gente que esta participando. No tenemos que orientar el rumbo, puesto que ya se está dirigiendo hacia una confrontación con la propiedad privada. Al mismo tiempo, sabemos que la lucha práctica no puede crear conciencia de clase. Por lo tanto, nos conectamos con los niveles de conciencia dentro de una lucha en particular con el fin de ofrecer, paso a paso, el eslabón perdido que necesitan los revolucionarios que están dirigiendo estas luchas: misión, estrategia, tácticas, visión y organización. A través de este estilo de trabajo, la Liga está unificando a un creciente núcleo de revolucionarios en función de sus demandas prácticas y, al mismo tiempo, la misma está estableciendo las condiciones para introducir la comprensión subjetiva de la revolución. Esto es un aspecto esencial porque, tal como lo hemos asegurado, sin un gran núcleo de revolucionarios conscientes, la clase no podrá pasar a la siguiente etapa, la cual es crear su propio partido político.

La segunda lección abarca la forma en que inicialmente nos estamos conectando con los revolucionarios. Nuestra propaganda es el vínculo entre el aspecto objetivo de nuestra misión, el cual busca unir a los revolucionarios que están luchando por satisfacer las demandas prácticas, y el aspecto subjetivo, que va dirigido a educarlos en torno a la perspectiva y a la visión de clase. Los revolucionarios que participan en la contienda necesitan romper con el aislamiento de su lucha. Y lo pueden hacer al llevar nuestra propaganda, que puede representar las demandas de la clase, a todos los rincones de los Estados Unidos, utilizándola para conectarse con otros revolucionarios. Debido a que nuestra propaganda aporta una perspectiva y visión de clase, los revolucionarios se politizan en el proceso de leer, redactar y hablar sobre estos materiales, al igual que al distribuirlos. De esta forma, se les atrae hacia la Liga. La reunión de camaradas ofrece orientación política a los revolucionarios y les ayuda en su proceso de consolidación.

En resumen, estamos construyendo una organización para esta etapa de la revolución. Ahora que la Liga ha acordado su misión, la organización lo determina todo. Actualmente, cada uno de los miembros de la Liga debe tener una tarea para poner en práctica la misión dentro de un área definida del trabajo y comenzar a ganar experiencia en la implementación de la misión. Todo lo que la Liga hace hoy — desde la creación de su propaganda y aparatos educativos, hasta sus reuniones internas y asambleas públicas— debe dirigirse a cumplir su misión y a establecer la organización en el proceso.

 

Julio.2007.Vol17.Ed4
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La misión de la Liga es clave
para la Revolución