por Marian Kramer, General Baker, and Claire McClinton

Como le está yendo a Míchigan, le va al Medio-oeste industrial; y al futuro de la nación.

Michigan fue alguna vez el imán que atrajó a los trabajadores de la tierra hacia la capital industrial del mundo. Fue en Highland Park, Míchigan donde Henry Ford reveló la línea móvil de ensamblaje, el mejor método de producción mecánico. Este fue el proceso en el que; en lugar de que los trabajadores se desplazarán de una estación de producción a otra, el producto era traslado a una masa de trabajadores fijos en una estación de producción.

Fué en el año 1913. Fue el contexto para los $5 dólares de paga por día que se anunciaban de costa a costa. La línea movil de producción se extendió por todo el mundo. Se convirtió en la base de la industria automotríz en Detroit, Flint, Lansing, y de las industrias de los aparatos electrodomésticos en Benton Harbor y la industria mobiliaria en Grand Rapids.

Este período atestiguó a la administración del New Deal (Nuevo Pacto Social) que - entre otras cosas - instauró la atención social general, impulsada a través del decreto del Seguro Social y, que más tarde, en la mayoría de los estados de la unión, estableciera programas de asistencia social individuales para que la gente se sostuvieran durante los malos tiempos económicos. Los programas del New Deal se consolidaron durante la tremenda expansión del capitalismo después del la II Guerra Mundial.

Para la clase capitalista, el estado benefactor garantizó el apoyo del pueblo estadounidense a las políticas exteriores que permitieron que las ganancias monetarias obtenidas a través del globo fluyeran a hacia este país. También les dió a los capitalistas el control del creciente movimiento social y un arma ideológica contra las ideas socialistas que se estaban extendiendo. Estas lecciones guían a los revolucionarios al entrar en un periodo históricamente nuevo.

Actualmente, una nueva tecnología, que reemplaza con robots y computadoras el trabajo humano, esta destruyendo la economía industrial y a la sociedad construídas en torno a ella. Los trabajadores del estado de Míchigan, de este país y, de todo el mundo estan siendo desplazados del sistema capitalista y dejados sin medios para sobrevivir. Esta nueva clase de pobres que se encuentra en formación, tiene el potencial si se concientiza, de su misión histórica, de conducir a la sociedad a un mundo totalmente nuevo, donde la abundancia que la nueva tecnología hace posible, sea distribuída a todos en base a sus necesidades.

Este artículo articulará las lecciones que los revolucionarios de Míchigan hemos aprendido al luchar por la unidad política de esta nueva clase y por la visión de un nuevo mundo cooperativo. Desde el modo de producción industrial al electrónico.

Los años posteriores a la II Guerra Mundial presenciaron el esplendor de las industrias automotríz, de electrodomésticos y del mobiliario, logros que junto con la esplendorosa industria de edificación de casas, fueron logrados gracias a los “soldaditos del tío Sam.” En cada crisis cíclica de sobreproducción ocurridas en los 60’s y los 70’s, se introdujeron en los procesos, nuevos dispositivos para eliminar trabajo humano. La producción electrónica junto con robots y computadoras fue posible gracias a los semiconductores y microchips que empezaron a introducirse en la producción después de la II Guerra Mundial.

Los 80’s marcaron un rápido incremento en la utilización de aparatos para eliminar trabajo humano, los efectos sociales son devastadores. Uno de los primeros efectos de este periodo fue que, los beneficiarios del welfare (asistencia social) en los 80’s, no recibieron el debido incremento anual en sus concesiones. Hubo cierres masivos de plantas industriales en todo Michigan. Se destruyeron casas, vecindarios, hospitales, clínicas y tiendas de comestibles. Se incrementó al por mayor la pérdida de casas y la huída de trabajadores que al dejar el estado de Michigan bajaron aún mas el nivel de vida de los trabajadores.

Al ahondarse la crisis en la década de los 90’s debido a una mayor automatización y uso de robots, y mientras se desarrolló un mercado global, se hizo claro que el gobierno no proveería programas sociales para los trabajadores que ya no eran necesarios para los ca-pitalistas.

El gobierno de Míchigan respondió a la creciente pobreza eliminando el programa de Asistencia General, arrojando a miles de personas a las calles y cerr-ando instalaciones de salud mental y otros servicios proporcionados por el estado. Esto destruyó ciudades enteras.

La Reforma del Welfare de Michigan sirvió como modelo para la aprobación de la reforma del programa de Welfare nacional bajo la presidencia de Bill Clinton. Esto señaló el principio del fin de la responsabilidad gubernamental hacia los pobres. El programa de Míchigan estableció los fundamentos para eliminar programas de seguridad social (tal como el ineficaz “Work First”). Las personas dentro del programa se empobrecieron más. La mayoría de ellos se volvieron parte del ejército permanente de desempleados. Acabaron sin atención médica y con sus servicios públicos cerrados. Tuvieron temor de acudir al departamento del welfare para solicitar ayuda de emergencia porque sus hijos podrían ser puestos bajo los servicios de protección (Protective Services). Al incrementarse el número de personas expulsadas del welfare, más y más niños fueron a parar a las casas de crianza y a las listas de adopción.

El ritmo continúa. Desde el año 2000, el estado de Michigan ha perdido otros 313,600 empleos, de los cuales 234,400 eran de manufactura, una caída del 26% (contra el 18% nacional). El estado perderá miles más en el 2005 y en el 2006. Michigan es todavía el estado de mayor producción de autos, fa-bricó 2.5 millones de automóbiles el último año, pero sólo con una fracción del número de trabajadores de años previos. El desempleo en Michigan es es el más alto de la nación. El estado tiene una deuda de un billón de dólares. Su participación de ingresos por parte del gobierno federal se redujó del 27% en 1980 al 6% en el 2005. Las escuelas están cerrando y se rebajaron los programas universitarios. Cuando los medios de producción cambian, también lo hacen los programas sociales y la infraestructura apoyadas y protegidas por esa producción.

La destrucción de las ciudades de Michigan

La revolución electrónica está des-truyendo a las ciudades de Michigan. Por ejemplo: Benton Harbor alguna vez próspera ciudad industrial, ahora tiene un porcentaje de desempleo del 70%. Con una población de 12,000, 92% negra, separada por un río del opulento St Joseph, una ciudad de 90% de blancos (con un porcentaje de desempleo del 2%). Por individuo, hay más gente en la cárcel de Benton Harbor que en cualquier otro lado del mundo y, jóvenes principalmente. Benton Harbor es como muchas otras ciudades de la región del Rustbelt (región enmhohecida) que está siendo económica y socialmente devastada porque la tecnología reemplazante del trabajo humano y la globalización, obligan a las compañías a salir fuera en búsqueda de fuerza de trabajo más barata. No importa tu color, ningún puesto de trabajo es seguro el día de hoy.

Controlada por la corporaciónWhirpool, Benton Harbor esta situada en el mejor lugar a la orilla del lago. La whirpool y los impusores de bienes y raíces están implementando un proyecto de inversión de 500 millones de dólares destinada a apoderarse de Benton Harbor, desplazando a los residentes de la misma forma que los pobres están siendo abandonados en Nuevo Orleans y en otros lados. La comunidad ha luchado valientemente, ha intentado desbancar a la gente de la Whirpool en el Concejo de la Ciudad. Los líderes que luchan por la justicia han sido violentamente atacados por el estado.

En Flint, el constante ataque de la General Motors y la Delphi a los empleos es crítico. A finales de los 70’s la GM empleó 80,000 trabajadores en Flint. En 1998, éste número se redujo a 27,000. El día de hoy, la GM emplea 14,500 junto con 3,100 trabajadores en Delphi. Por escasos quince años, los trabajadores de Flint fueron los mejor pagados en la nación. El día de hoy, el ingreso hogareño en Flint está por debajo del promedio nacional.

Ahora, como resultado en los cambios en la economía, la GM y la Delphi aprietan más a la reducida fuerza de trabajo, pidiendo recortes sin precedente en sueldos y prestaciones. “Estamos elaborando un producto de alta calidad y nos dicen que no importamos,” declaró un trabajador. Las corporaciones le están diciendo a los trabajadores estadounidenses que se ajusten a cada vez menores estándares de vida o que se vayan a la calle.

En realidad éstos, anteriormente protejidos trabajadores a eso se dirigen. Los trabajadores de la Delphi en China trabajan por $3 dólares la hora. Delphi se ha declarado en bancarrota demandando recortes sin precedente en sueldos y beneficios a la United Auto Workers. Incluso antes de que se declarará en bancarrota, los jubilados de la Delphi se horrorizaron al recibir la noticia por correo de que, el fondo de pensiones de la Delphi ya no era solvente y que sus pensiones podrían ser radicalmente reducidas. A los trabajadores activos se les pidió ceder hasta el 63% de su paga (hasta la aceptación de $10 por hora), junto con beneficios sustanciales como atención médica y períodos de vacaciones.

En una junta reciente de perplejos, ofendidos y confusos trabajadores de la UAW, se les dijó a la membresía que su sindicato se mantendría firme. No obstante, el liderazgo del sindicato no especificó cómo manejaría la situación. Desde entonces, muchos trabajadores de la Delphi han estado llenando el hospital con alta presión arterial provocado por el estrés.

Si no fuera suficiente con el Huracán Delphi, la GM y la UAW anunciaron un acuerdo para rebajar un 25% los costos de atención médica para los trabajadores activos, un considerable golpe para los jubilados en sus respectivas prestaciones (algo que el presidente Gettlefinger de la UAW prometió no tocar). Es una píldora amarga que los miembros de la UAW deben ahora de-glutir -en la nueva economía global, las batallas no se pueden ganar en la mesa de negociaciones. Cada vez más, los trabajadores se quedan solos contra un gobierno que sólo le importa complacer las necesidades nacionales e internacionales del capitalismo global.

La vergonzosa reducción de la red de protección social continúa. Lo nuevo hoy es que cada vez más, los protegidos trabajadores de antes, son ahora arrojados a una revolución social. Aunque inconscientes de la causa del problema y de su solución, una creciente clase de destituídos trabajadores está formando-se, pero sin dirección. No se puede regresar a lo que antes fué, sólo seguir adelante. Pero eso requiere de que la gente se concientize de todo el proceso y de su papel en la hechura de los cambios políticos que son posibles hoy.

Cambio

El estado de Michigan está ajustándose a las necesidades del capitalismo global y la propiedad privada. A la crisis económicas y sociales responde ofreciendo exención de impuestos a las corporaciones que prometen empleos que no pueden cumplir, privatiza más servicios e, impone nuevas leyes tales como la Public Act 72, la Local Physical Responsibility Law of 1990.

Esta Public Act 72 le permite al Departamento del Tesoro del Estado encargarse de cualquier unidad gubernamental dentro del estado, ya sea condado, ciudad, villa, pueblo, o incluso de un distrito escolar cuando dicha entidad sea declarada insolvente por los supervisores estatales. Bajo este decreto, el gobierno puede enviar un manager financiero de emergencia para hacerse cargo de los asuntos de la entidad controlada. El manager financiero de emergencia asignado es responsable solamente ante el gobernador. Tres ciudades de Michigan; Hamtramck, Flint y, Highland Park han sido tomadas bajo este régimen.

Entre el 1º de julio del 2001 y el 30 de junio del 2002, aunque la economía había cambiado, y una nueva clase de destituídos estaba apareciendo, el Concejo de la Ciudad de Detroit autorizó a la Comisión de Aguas de Detroit un incremento del precio del agua. El mismo año, se cortó el agua a 40,000 residentes de Detroit. En Highland Park, Michigan se cortó el agua a la mitad de una población de 16,000 personas. Debido a estas acciones del estado, se inició una lucha dirigida por la organización Michigan Welfare Rights. Esto dió lugar a la formación de nuevas organizaciones tal como la Coalición de Derechos Humanos de Highland Park.

Se convocaron acciones contra las compañías de servicios públicos y cientos de personas respondieron. La demanda de las masas fué “No cortes!” y para el Concejo de la Ciudad de Detroit; que volviera a conectar el agua y un “Alto a los cortes!”

En Detroit, la lucha se intensificó en las campañas de base para la elección de Maureen D. Taylor para el Concejo de la Ciudad de Detroit. Esta campaña ganó muchas victorias: Las organizaciones Call ‘Em Out/No Takeover, la Detroit Metropolitan AFL-CIO y muchas otras organizaciones e iglesias apoyaron la campaña

La lucha por la atención médica es fuerte. Debido a que la falta de seguro médico alcanzó proporciones críticas, la Michigan United Methodist Conference aprobó una resolución para apoyar “la atención médica universal con un sólo pago.”

Lecciones para los revolucionarios

Como revolucionarios hemos ganado conocimientos en estas luchas. A partir del entendimiento de que los EE UU se dirigen hacia un choque de clases. Bajo esta claridad la primera lección es que, la fortaleza de las campañas de base está en basar sus programas en las necesidades de quienes menos tienen, y empezar con educar y atraer a los trabajadores a la lucha política contra sus enemigos de clase. La campaña de bases fué entonces capaz a través de seguimientos legales de exponer la fraudalenta elección del Clerk de la ciudad de Detroit. Ahora las masas demandan (y proponen) a Maureen D. Taylor como candidata no oficial.

La segunda lección es que tales éxitos no hubíesen sido posibles en periodos anteriores. Elevar los aspectos del agua y servicios públicos a la categoría de derechos humanos, ha puesto a los revolucionarios en la base de la clase en desarrollo y, nos ha permitido ofrecer la visión de una nueva sociedad, una en la cual la abundancia del agua, los servicios públicos y otras necesidades vitales sean otorgados en base a la necesidad y no por ganancias monetarias.

La tercera lección es que para que el proceso logre el fruto de una sociedad nueva, debe darse mucha educación desde dentro de la lucha en desarrollo. Una economía basada en la competencia y la propiedad privada creó la situación. Guiados por la visión de una nueva sociedad en cooperación, los re-volucionarios deben ser audaces en fomentar los objetivos estratégicos de la nueva clase, para un nuevo mundo, donde se satisfagan las necesidades de la gente. Debemos llegar al nivel de buscar tácticas políticas que puedan unificar a la clase para luchar por el poder político, lo cual es el único modo de que ésta crisis pueda ser resuelta. Actualmente es posible la creación de una sociedad basada en la propiedad social de las corporaciones gigantes, pero los revolucionarios deben llevar esa visión a la gente.

General Baker líder laboral internacionalmente reconocido, líder del le-vantamiento de Detroit en los 60’s y el primero en rehusarse al reclutamiento militar para Vietnam. Marian Kramer ha estado a la vanguardia del movimiento por los derechos de Asistencia Social desde su origen en la década de los sesentas y es fundadora del National Welfare Rights Union. Claire Mc Clinton, obrera automobilista, activista laboral y comunitaria. Por veinte años comprometida en la lucha de los trabajadores automobilistas.

 

Decembre.2005.Vol16.Ed1
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Michigan: precursor del futuro de la nación